Tema: Y si mañana muero.
Primer lugar.
20 de Septiembre de 2015, 11: 40 pm
20 minutos antes de mi muerte, pero tal cosa en este momento seria un alivio, con mi espina rota y mi lengua arrancada, este escrito y algunos analgésicos baratos son lo único que evita que muerda mi brazo hasta arrancarme una vena, solo espero no perder la poca cordura que me queda en los próximos 20 minutos.
¿Qué fue lo que llevó a un pobre diablo como yo a esta situación aun más patética? El amor por mi hija.
15 de febrero de 2014, 5:35 pm
Desde que la perra de su madre me pidió el divorcio, todo mi salario fue a parar con ella, y sin embargo las sanguijuelas que tiene de abogados se negaron a concederme el derecho a ver a mi niña a menos de que diera al menos el doble de dinero “¡Me niego a que me hija vea a su pseudo-padre que ni siquiera le da para comer decentemente!” Maldita zorra hipócrita, de seguro se gastaba el dinero en sus amantes, pero ella ya no importa…
Necesitaba el doble de plata para ver a mi hija, pedir un aumento salarial seria una total falta de sentido común, al igual que conseguir otro trabajo, a duras penas podía conservar mi empleo actual. Con el paso de algunos meses me resigné a que nunca volvería a ver a mi hija sonreír.
Entonces apareció Samael, el parecía saber exactamente por lo que yo estaba pasando, simplemente me ofreció lo que él llamaba “Caridad humana”, al principio le dije que no quería limosna, el solo respondió “No es ninguna limosna, amigo mío, es un préstamo, pero no te preocupes, no te pediré un solo centavo, solo espero que cuando el momento llegue tu me hagas un pequeño favor”. Yo no confiaba en lo más mínimo en aquel hombre, de hecho estando en cualquier otra situación le hubiera dicho que no, pero yo quería volver a escuchar a mi niña cantar, abrazarla, llevarla de compras, y leerle cuentos al final del día, cualquier precio que hubiera que pagar al final lo valdría, estaba dispuesto a tomar aquel riesgo.
20 de septiembre de 2014, 10:00 am
Para Samael su palabra es parte de su carta de presentación, inmediatamente recibí el dinero que necesitaba para volver a ver a mi pequeña y me sobraba suficiente para consentirla, pues su puta madre definitivamente no lo haría. Mi felicidad duró un año entero, la niña esperaba ansiosamente el fin de semana para ver a su padre, ella me platicaba de cualquier cosa que le interesara con una gran confianza, incluso me enteré primero que su madre de que ella había tenido su primer beso, solo me dijo “No le digas a mami, no quiero se enoje, me castigue y no te pueda ver la próxima semana.” Yo me reí a carcajadas por primera vez en años, verdaderamente no entiendo cómo una persona tan pequeña, me hacía sentir tan grande.
20 de septiembre de 2015, 00:00 am
Un año exacto pasó, después de dejar a mi hija en casa de su madre me retiré a mi apartamento, después de dos horas de malos programas de televisión caí dormido, solo para ser despertado por Samael quien sin más ni menos dijo “Come, bebe y coge, que en 24 horas te mueres” colocó un reloj de arena plateada en mi escritorio “Si tratas de hacer cualquier cosa, las consecuencias no serán bonitas…” Por último él me besó robándome la poca vitalidad que me quedaba, por primera vez me di cuenta de algo increíblemente obvio para cualquiera que no fuera un completo idiota: Samael no era humano. Y así sin poder moverme, dormir o siquiera llorar pasé mi última noche.
En el instante que salió el sol, me levante de la cama y corrí hacia mi auto, tenía que ver a mi pequeña una última vez; Pisé el pedal a fondo, milagrosamente no choqué con nada y llegué a casa de mi ex-esposa, ella me abrió de manera cínica, alegó que no me dejaría acercarme a mi hija a menos de que le pagara el dinero de este mes “Miriam, mañana me muero, necesito ver a mi hija, explicarle porque su papá ya no la va a ver” ella me sonrió condescendientemente “¡Que conveniente! ¡Déjate de pendejadas y dame el pinche dinero, si no, déjanos tranquilas!”.
Fue razonar con ella probó ser fútil, regresé al carro, tome una pluma y una libreta, escribí tratando de explicarle de la manera más humana posible el porqué ya no iba a estar, una hora después me escabullí a la ventana de su habitación y metí la nota por debajo.
20 de septiembre de 2015, 6:00 pm
¿Ahora qué podía hacer? Estaba demasiado asustado como para intentar hacer algo contra Samael, verdaderamente ya no me quedaban amigos a los cuales anunciarles mi muerte y mi fe estaba demasiado muerta como para ir a la iglesia, pero había un templo en el cual pasar antes de irme de esta tierra: El bar.
Las luces de neón y el olor de licores baratos llenaban el ambiente, pedí varias bebidas al azar, el sabor ya no importaba, solo quería olvidarme por un momento, por pequeño que fuera, de toda esta mierda, pero no, Samael no me lo permitiría, ¿Verdad?
20 de septiembre de 2015, 8:38 pm
Ya había comido, y bebido, pero faltaba un último pendiente, mi acompañante para mi noche final. No tuve que buscar mucho, casi inmediatamente se me acercó una pelirroja con algunos kilos de más, pero increíblemente bella, tenia cierto brillo en los ojos que me seducía, honestamente, quería poseerla en mismo momento que la vi… “900 más el cuarto” me dijo, pagué la cuenta de las bebidas y la llevé al hotel más cercano.
Por un momento por fin pude olvidar a Samael, a Miriam, incluso a mi hija, en mi mente solo estaba aquel éxtasis animal. Su orgasmo llegó primero unos cuantos minutos después el mío llegó a terminar nuestro acto carnal, cayendo ella dormida en mis brazos mis ojos poco a poco se fueron cerrando llevándose consigo la imagen de aquellos senos suaves y pecosos.
20 de septiembre de 2015, 10:58 pm
Un sonido metálico me despertó, prendí mi teléfono para revisar la hora, me quedaba una hora, me recosté unos minutos para poner en paz mi mente y prepararla para el fin, cuando escuché la puerta abrirse “¿No leíste el letrero de no molestar, pendejo?” grité sin voltear a ver al intruso “Perdóname mi amigo, ¡Vaya modales los míos!” Esa voz era de Samael, no había duda, quedaba una hora y sin embargo el ya estaba allí “¡Que lastima que los hijos de esa mujer no vayan a ver a su mami de nuevo!” Samael se acercó y tocó a la mujer, ella despertó solo para dar un agudo grito de agonía para después convertirse lentamente en ceniza. “Mi amigo, creo que te dije que no trataras nada gracioso, y sin embargo le contaste de nuestro a trato a tu niñita.” Intente justificarme, pero mis labios no podían moverse “¿Sabes lo que yo hago con gente que dice mis secretos cuando prometió no hacerlo?” mi mandíbula se abrió hasta casi romperse, él tomó mi lengua con su mano desnuda y la arranco como si fuera el tallo de alguna planta “Y luego, te doy la libertad de hacer lo que quieras hoy y ¿vas a lugares de mala muerte como este? No mereces el privilegio de transportarte, es más, ¡Te lo voy a embargar por mal uso!” Me colocó boca abajo y con un solo pisotón destrozó mi espina dorsal. El dolor era agonizante, Samael tiró un par de pastillas a mi mano “Eso calmará un poco tu dolor… ¿Sabes? te queda más o menos una hora, te puedo dar pluma y papel para que te entretengas, pero quiero algo a cambio…” Dio una sonrisa llena de cinismo “Sabes tú ojo izquierdo es excepcionalmente brillante y hermoso…”
21 de septiembre de 2015, 12:00
Oficialmente ya llegó mi “mañana”, solo puedo ver el papel y la tinta con los que escribo esto, puedo oler azufre y plomo, y solo puedo escuchar a Samael cantando “Le jazz hot” , mi fe está muerta, no espero ir al cielo, sinceramente no creo que pueda descansar en paz una vez que Samael acabe con su juego.
¿Qué hace que un pobre diablo como yo, en una situación aun más patética, siga escribiendo con la espina rota, la lengua arrancada y un ojo amputado? El Amor por mi hija.
Todo se pone oscuro.
Mi niña, te amo.
Querida Sofía.
Soy tu papá, posiblemente te estés preguntando porque no te he llamado, pues lo que pasa querida es que ya no te voy a poder visitar otra vez, un hombre malo le dio a papi algo de dinero para que mami no se enojara con nosotros cuando saliéramos a pasear, pero ahora ese hombre malo va a mata llevarse a papá a un viaje muy largo ese hombre malo va a hacer que papá se duerma para siempre. Pero no creas que es culpa tuya o de mamá, mi niña, los momentos que pasamos juntos fueron de lo más bonito que pude disfrutar mientras vivía.
Nunca olvides que tuviste un viejo que, aunque idiota, supo desde un principio que tú eras la mujer más hermosa en este mundo, un viejo que aunque se equivocó, siempre fue feliz de pasar contigo cada momento disponible, y lo único de lo que se arrepiente es de que ya no te va a ver crecer, nunca conocerá a sus nietos y no te entregara en tu boda…
Hija mía, mi niña, mañana me muero, no quiero que cometas los mismos errores que yo, no dejes que tu madre te controle, no dejes que nadie te mueva del camino hacia tus sueños, quiero que vivas las experiencias que yo no, que saborees los platillos que nunca me atreví a probar, que huelas mil y un fragancias y no restringirte a solo una, y quiero que seas feliz como yo solo lo fui al estar contigo.
Sofía, mi palomilla, guárdame en tu corazón y estaré siempre contigo, cuando sientas el viento particularmente agradable soy yo dándote un beso, cuando sientas el sol calentándote cuando sientas frío seré yo dándote un abrazo y cuando estés triste y empiece a llover, seré yo llorando contigo.
Te ama aquí y en la otra vida.
Tu padre: Vicente.
Esteban Lopéz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario